Tres hombres en una barca, Jerome K. Jerome.
Tres hombres en una barca, Jerome K. Jerome. “Éramos cuatro: George, William Samuel Harris, yo y Montmorency.
Estábamos sentados en mi habitación, fumando y charlando sobre lo mal que nos encontrábamos; mal desde el punto de vista médico, naturalmente. Todos nos sentíamos enfermos, y eso nos estaba poniendo bastante nerviosos. Harris dijo que a veces le daban unos mareos tan extraordinarios que apenas sabía lo que hacía, y después George dijo que también él tenía mareos y apenas sabía lo que hacía. En mi caso, lo que no funcionaba era el hígado.”
En consecuencia, los tres hombres (la opinión del perro Montmorency no cuenta) deciden embarcarse en un crucero por el Támesis, en busca de paz espiritual y de vida sana. Lo que ignoran estos mártires de la hipocondría es que a veces pasan cosas que pueden transformar el más modesto de los viajes en una aventura cuanto menos pintoresca.
“Mi intención no fue la de escribir una obra cómica”, declaró Jerome K. Jerome sobre Tres hombres en una barca. Por lo visto, lo hizo sin querer.
Jerome Klapka Jerome (1859-1927) fue un escritor inglés de vida azarosa, maestro de la narrativa cómica. Nació en la localidad de Walsall, cerca de Gales, en un período de moral victoriana y plena efervescencia industrial. Era el más pequeño de cuatro hermanos: Paulina, Blandina y Milton, el último, fallecido a la edad de seis años. Su padre fue un importante predicador e inversionista de la industria minera local, aunque en 1861 y a tenor de la crisis industrial que padeció la región, la familia Jerome al completo se vio abocada a la ruina y obligada a emigrar a una localidad cercana, Stourbridge, y finalmente a la ciudad, al East End londinense, donde vivieron tiempos de escasez y contención.