Punto a punto no es un cuento cualquiera. Es en realidad, como su título y sus ilustraciones lo indican, un tejido.
Este cuento es también una reflexión sobre la literatura y la forma como ella permanece en el mundo y al mismo tiempo nos habita, nos transforma, nos complementa, nos arrulla… Lo más importante es que Ana María Machado nos muestra un personaje común, una hilacha de voz cualquiera que, a pesar de esto, es muy valiosa y se hace más cada vez más fuerte, entendiendo su valor y su capacidad de crear nuevos e inesperados tejidos en la vida.
Es una gran metáfora para la literatura en general y para la vida misma de todos nosotros, que se va formando con historias. Tal vez más historias y más literatura nos haga más sólido y colorido nuestro tejido para que éste pueda perdurar, llegar lejos y ser algún día, quizá, un libro de historias a disposición de otros.