Pinocho en Venecia, Robert Coover.
Pinocho en Venecia. Como suele ocurrir con los clásicos audiovisuales destinados al público infantil, el auténtico Pinocho, el de Carlo Collodi, poco o nada tiene que ver con el mediático de Disney. La historia de la marioneta del libro es de lejos más sombría, cruel y satírica que la del muñeco —la caricatura— de la pantalla.
En Pinocho en Venecia, Robert Coover da continuación a la historia del famoso personaje tras su transformación en niño de carne y hueso. Ahora es un sujeto anciano, profesor emérito y experto en arte, distinguido, famoso por sus correrías en Hollywood, que vuelve a Venecia en un arrebato nostálgico con la intención de escribir el último capítulo de su última y definitiva obra, Mamma, dedicada, cómo no, al Hada de Cabellos Turquesa que transmutó su madera por carne hace mucho, mucho tiempo. El ahora viejo académico no lo sabe, pero en esta vuelta a sus raíces revisitará las situaciones de pesadilla del pasado.
Coover, implacable, en el acto de doblar a Collodi, entrega al lector una caracterización de Pinocho carente de simpatía, y recrudece el ya de por sí cruel trato de Collodi a su personaje. Pues si cabe encontrar a algún homenajeado en esta obra, ese es el escritor italiano y no el personaje.
Jugosa, espectacular, brutal y desternillante, Pinocho en Venecia fue elegido como uno de los mejores libros de 1991 por The New York Times Review of Books.