Nunca en cines, Andrés Burgos
Nunca en cines. ¿Usted sería capaz de llevar un perro de Colombia a México sin saber si está relleno de cocaína? ¿Lo haría para terminar una película que casi nadie va a ver? Los protagonistas de esta novela ni siquiera lo ponen en duda. Están dispuestos a embarcarse en esa y muchas otras causas inútiles, porque no hay placer comparable al delirio de las batallas condenadas al fracaso desde su concepción. Una película clase B o una engañosa biografía, Nunca en cines es un homenaje al cine bueno y malo, a las horas de arrobamiento en una sala oscura donde la vida, por aburrida o corta que nos corresponda, nunca será una sola.