Nos vamos, Powerpaola
El viaje, o al menos uno de los múltiples posibles, del mítico recorrido por Suramérica. Paola y su novio Pablo, emprenden una travesía, que como dice la última frase del diario: los viajes te ayudan a soltar. Siempre hay algo de hippie en estos viajes, estamos signados por los turistas del norte que vienen a disfrutar del pobre sur. Pero es mas bonito tal vez cuando alguien del sur se visita a sí mismo y logra encontrar en cada detalle una bonita historia para contar. Más aún cuando estos detalles son dibujados, y aún mas, cuando quien los dibuja tiene el olfato para narrar y describir de manera hermosa y delicada hasta una maluquera de estómago en el salar de Uyuni. Powerpaola a la manera de los viajeros del siglo XIX nos va contando en un grupo de historias por ciudades, sus apreciaciones sobre el paisaje, la gente, la comida y los múltiples estados de ánimo y emociones que la surcan, así como las carreteras del sur del continente. Aparecen registrados menús de hostal, precios de autobus, tips para viajar en las montanas de Bolivia, encuentros felices y profundos con artistas y colegas y miles de detalles más que escapan de una narrativa convencional para, a veces, adentrarse en retratos de personajes anónimos o en el bonito reconocimiento de las culturas ancestrales o de una chola haciendo pipi mientras un perro se pregunta que hace. Salta, potosí, Xalapa, Colchani, Tupiza, Buenos Aires y Bogotá, son algunos de los lugares registrados en estas bonitas historias del camino.