“He querido explicar que tengo mil orejas diminutas regadas por todo el cuerpo”, dice la narradora de este relato poético, una mujer que perdió el oído a los siete años y que aprendió a escuchar el mundo desde el silencio.
Las ilustraciones de Samuel Castaño y los versos de Pilar Gutiérrez hacen de este libro un viaje por la sensibilidad de los sordos, y una invitación a descubrir nuevas formas de sentir lo cotidiano.
Premios:
· Seleccionados en Los mejores libros para niños y jóvenes con discapacidad 2015, IBBY.
· Mención especial en la categoría New horizons del BolognaRagazzi Award 2015. Este fue el concepto de los jurados: Este volumen, pequeño y cuadrado, ilustra con elegancia la manera como las personas sordas perciben el mundo. Al exhibir imágenes seleccionadas cuidadosamente, e incorporar el vacío, este libro tiene un tono sutil y, a la vez, un mensaje muy potente