La sensualidad pervertida, Pío Baroja.
La sensualidad pervertida, Pío Baroja. Las novelas de iniciación, en las que el dolor de crecer y vivir es el verdadero protagonista, tienen en La sensualidad pervertida un exponente memorable.
El autor, inclinado sobre la vida de su protagonista, recupera su calidad de doble reflejo, que mira y es mirado al mismo tiempo. Su vida se despliega ante él y el nombre supuesto garantiza su impunidad. A la vez, con la meticulosa transparencia de su estilo, Baroja hace un corte amplio y profundo en la sociedad de su tiempo. La línea de argumento se desvía poco de la vida de cualquier hombre que accede penosa pero implacablemente a la edad del hombre. Pero en esa aventura tantas veces vivida se halla la clave de lo asombroso. Prueba de ello es que al final de la novela, para Luis Murguía -y para Baroja- habrá sonado la hora de enfrentar una madurez que en el protagonista es sabiduría, y en el escritor, consolidación y esplendor de su oficio.