En Hormigón se encuentran la presencia de la música, en este caso encarnada en la figura de Felix Mendelssohn; la de un trabajo vital acometido mas siempre postergado, las relaciones perversas entre los seres humanos y la muerte, enmascarada pero omnipresente.
Embarcado en un trabajo sobre el compositor alemán, Rudolf, el narrador y protagonista de la novela, rompe con su hermana y escapa a Palma de Mallorca, donde le aguarda su definitiva cita con la soledad y la locura. Traducción de Miguel Sáenz