En Quibdó, una joven madre blanca se embarca en una canoa con su niño negro de cinco años. Empiezan un largo viaje hacia el norte por el Atrato. Las preguntas de los demás viajeros – y el viaje interior de la madre- nos revelan un dato desgarrador: la mujer que ha criado al niño casi desde su nacimiento, debe ahora entregárselo a su madre biológica, que vive en un pueblo lejano, río abajo. Este viaje por el corazón del Chocó, y por esa herida llena de peces, es un viaje en el que los protagonistas se dirigen al encuentro con su destino, y al encuentro con la historia más compleja y profunda del país donde vivimos.