El yotro

Las habladurías por fin terminan en los banquillos del interior de la Catedral
Primada de Bogotá, cuando la comunidad del Colegio Mayor columbra el ataúd del
estudiante Alfonso Mora. Entre el llanto de sus familiares, el aburrimiento de
algunos de sus compañeros y la impaciencia de sus maestros, todavía se susurra
que se suicidó por una novelita de amor. “¿Para quién carajos la escribió?”,
se cuestionan al verlo, las más de setenta voces, grupales e individuales, que
narran El yotro, armando no sólo las versiones insospechadas como
contradictorias de la muerte de Mora, sino los contornos de una estética
cacofónica de la ciudad.