Tres niños despreocupados y felices que cantan y trenzan flores; un monstruo cavernario que come fango y sanguijuelas y quiere cambiar de dieta; un encuentro inevitable y el triunfo de la naturaleza. Dulce y perturbadora, El Wuggly Ump es otra obra maestra del inimitable Edward Gorey.
«Me dicen que soy un artista de culto. Pero cuando veo a todo lo demás que recibe el título de ‘de culto’, me parecen cosas de débiles mentales. En fin, supongo que ser ‘de culto’ es mejor que ser nada». Edward Gorey