El relojero Levin llega a Bogotá en 1938 a instalarse en un pequeño edificio. Allí conoce a la señora Blanca, y durante las siguientes décadas asisten juntos al cambio de la ciudad y de los vecinos. En los años ochenta llega un nuevo inquilino, un pequeño niño, que alterará la vida en el edificio.
Escrito por Juan Buitrago. Ilustraciones de Daniel Rabanal