«Tres adolescentes de providencia asesinadas en los años ochenta, tres muertes impunes ocurridas cuando todavía,en nuestro país, desconocíamos el término femicidio.»
Tres asesinatos entre los cientos que no alcanzan para titulares de tapa ni convocan a las cámaras de los canales de Buenos Aires. Tres casos que llegan desordenados :los anuncia la radio, los conmemora un diario de pueblo, alguien los recuerda en una conversación. Tres crímenes ocurridos en el interior del país, mientras la Argentina festejaba el regreso de la democracia. Tres muertes sin culpables.