Historia mundial de la megalomanía, Pedro Arturo Aguirre.
Historia mundial de la megalomanía. El muchacho alto y desgarbado se filtró por los laberintos burocráticos de la dictadura y consiguió un asiento en la primera fila de la ceremonia para ser testigo de ese evento histórico que le cambiaría su vida para siempre. A escasos metros de su silla avanzó el caudillo y se detuvo un instante para saludarlo, tan alto como él, vestido de verde olivo, el quepí de comandante y una barba montaraz que desde entonces inspiraba a los presentes la fe en el socialismo, la lucha del proletariado, el fin de las clases sociales y otra ristra de quimeras del mismo tenor. Pero en el cerebro del muchacho solo reverberó el destino común de los megalómanos políticos y la nueva versión ahora tropical, del culto a la personalidad.
A partir de ese momento, Pedro Arturo Aguirre cultivó la idea de coleccionar los excesos de estos personajes pintorescos e hilvanarlos en forma de capítulos de un libro que tituló “Historia Mundial de la Megalomanía” y que bien podría ser continuación (en vena política) de aquella “Historia Universal de la Infamia”, que Jorge Luis Borges escribió con intención de perpetuar los hechos demenciales de tanto anti-héroe legendario, como el que le tendió la mano a Pedro Arturo esa mañana reveladora del 1 de enero de 1979, durante la ceremonia oficial del Vigésimo Aniversario de la Revolución Cubana.