Cuerpos celestes

Cuerpos celestes: Es posible que el punto de encuentro entre la ciencia y la
poesía sea el amor. Ese sentimiento que atraviesa la piel, que estrena para
nosotros una sabiduría desconocida, es el eslabón mágico que une estos dos
mundos. La prosa colorida, sensible y profunda de Javier Galeano Pájaro, nos
cuenta algo que la humanidad repite desde hace siglos: somos cuerpos terrenos
deseando besar la mejilla del horizonte. Hugo Reyes Saab En las silenciosas
estrellas podremos augurar ciertos destinos aunque siempre hay un resquicio
para lo inesperado. Los personajes-asteroides de Cuerpos Celestes chocan entre
sí o se deshacen en el momento de entrar en determinadas atmósferas. Magaly
espera su amor. Sin embargo, aquello que le sobreviene solo es un remedo de lo
que anhela. Chicho quiere ir más allá, pero sus deseos se estrellan contra los
bordes que impone el universo. El resultado es habitar una especie de limbo,
una galaxia tal vez inerte apenas sostenida por la silenciosa gravedad de los
hechos. Cuerpos Celestes tiene hondura, precisión y vuelo. El lector advertirá
que estas páginas han sido sometidas a un duro proceso de orfebrería creativa.
Y en esa paciencia, Galeano Pájaro ha encontrado las filigranas de un gran
novelista. Pedro Badrán