«Por mi parte –escribió Baudelaire en uno de las deslumbrantes piezas que integran El esplín de París–, yo creo que me encontraría siempre bien allí donde no estoy… ¡En cualquier lugar, con tal que fuera de este mundo! ¡En cualquier lugar!…»
El tedio vital y el afán de ir más allá, el ahogo que le producía la sociedad burguesa, llevaron a Charles Baudelaire (1821-1867), como a muchos otros de sus coetáneos artistas, a explorar «Los paraísos artificiales», esas vías de escape a realidades alternativas que les deparaban el alcohol, el hachís o el opio.
Este libro publicado en 1860 reúne las conclusiones que le depararon sus experiencias, en las que brillan sin cesar, aquí y allá, retazos del genio que desborda su corta pero fulgurante obra literaria que se concentra en «Las flores del mal» y el ya mencionado «El esplín de París», ambas publicadas en esta colección.